Tourbillon Skelet Ceramic - Skull Pointillism
Una nueva expresión de la vida, el tiempo y el arte que los une. Jaquet Droz presenta un reloj que encarna su filosofía de lo inimitable, audaz y creativo con una calavera elaborada mediante la técnica pictórica del puntillismo. Se trata de una técnica sin precedentes en un reloj que sella la unión entre el arte y la Alta Relojería, con más de 3000 puntos aplicados uno a uno para conseguir una pieza única que nunca se podrá reproducir de forma idéntica.
El arte y el tiempo tienen algo en común: conectan a las personas a través de épocas, costumbres y tradiciones. Jaquet Droz ha reinventado sus códigos una vez más para dar vida a una pieza única que fusiona tiempo y eternidad. El Tourbillon Skelet Ceramic - Skull Pointillism despliega un nuevo vocabulario artístico audaz, único y muy contemporáneo.
El reloj ha sido diseñado y elaborado en el corazón de los Ateliers d'Art de Jaquet Droz. La idea inicial era tan atrevida como innovadora: ensalzar el símbolo del carpe diem con tanto colorido como relieve. Quedan atrás las formas planas, la pintura tradicional y el realismo. Una idea pionera que rompe con los estándares de la relojería.
Para lograrlo, Jaquet Droz se remonta a las fuentes del arte pictórico contemporáneo. A finales del siglo XIX, encontró su inspiración: el puntillismo. Siguiendo los pasos del impresionismo, el puntillismo (también conocido como neoimpresionismo) no se centra en la representación exacta de una escena, sino en la sensación que transmite, la impresión que genera en el espectador. Los colores y materiales se complementan para crear una atmósfera.
La luz se ha convertido en la clave del Tourbillon Skelet Ceramic - Skull Pointillism. Jaquet Droz ha empleado la base de su Tourbillon Skelet para el diseño. De forma excepcional, la calavera elaborada en oro se ha pintado a mano en negro, la única forma de conseguir un tono uniforme y mate. La caja de cerámica también es completamente negra y mate. La idea es la misma en ambos casos: la caja y la calavera son un lienzo para la expresión de un puntillismo meticulosamente elaborado por los artistas de Jaquet Droz. Todo está al servicio de la obra y el artista.
Para lograr el objetivo deseado han sido necesarias numerosas investigaciones, pruebas y ensayos: sobre la naturaleza de los pigmentos, su dosificación, la intensidad del color, la densidad de la pintura, el número de capas, su fijación en el movimiento y su conservación en el tiempo, sin olvidar la dificultad que supone pintar sobre superficies verticales o muy curvas, como las de la calavera. Jaquet Droz ha querido establecer un diálogo entre estas variables ausentes en la pintura a través de sus maestros relojeros, que han dado lugar a una nueva gramática estética.
Esta labor única de pintura puntillista, a veces realizada con pinceles de una sola cerda tan fina como el cabello, requería una concentración extrema. Dada la proximidad de ciertos puntos, que en algunas zonas no superaba la décima de milímetro, el margen de error era prácticamente inexistente.
El lienzo puntillista pintado en la calavera, brillante y con volúmenes y tonos tan vivos como variados, aflora bajo el cristal de zafiro, casi al alcance de la mano. Una superposición de volúmenes y materiales. El desafío de la vida a la muerte. La tensión es palpable. La lucha perpetua. Dos agujas centrales y el segundero a las 12, inscritos en la jaula del tourbillon, guían sus pasos. El Tourbillon Skelet Ceramic - Skull Pointillism es una obra de arte única que podrá inspirar otras interpretaciones puntillistas adaptadas a las preferencias personales de cada coleccionista.