Detenerse es quedarse atrás. Como dijo Darwin:
«No son los más fuertes de la especie los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios».
En la actualidad, Jaquet Droz se encuentra en un punto de inflexión: el momento ideal para emprender un nuevo rumbo y adoptar una nueva dinámica mediante la innovadora Visión 8.0, que consiste en plasmar la esencia de la marca y mantenerla fiel a sus raíces y en sintonía con las expectativas de los clientes.
La primera vertiente de la nueva estrategia implica un enfoque renovado de su espíritu disruptive: el Grande Seconde fue una revolución de estilo por derecho propio. Los autómatas de la marca son únicos. Sus creaciones artesanales Métiers d’Art se encuentran entre las más exquisitas de la Alta Relojería. En el futuro, Jaquet Droz destacará estos factores de diferenciación en mayor medida, concentrando su creatividad únicamente en piezas de gran valor. En adelante, sus creaciones serán relojes Montres d’Art acompañados de su propia presentación artística, que en algunos casos podrá ser un autómata en sí misma.
La segunda línea estratégica es un nuevo énfasis en el toque personal. Jaquet Droz continuará desarrollando su filosofía de singularidad, una de sus características más distintivas a lo largo de los siglos, que ha abarcado continentes, cortes reales y culturas. Jaquet Droz es cada vez más exclusiva y cercano a sus clientes, principalmente a través de prestigiosas creaciones únicas a medida y piezas de coleccionista diseñadas para la personalización. Dado que existen tantos gustos como coleccionistas, Jaquet Droz desea ofrecer opciones para todos, con millones de combinaciones posibles que permitan a cada cliente dotar a su reloj de su propia personalidad.
El tercer enfoque estratégico es la aplicación de un énfasis decididamente estilístico y técnico a todas las creaciones de la marca. Jaquet Droz conservará los temas históricos que han forjado su identidad durante prácticamente tres siglos, incluido el naturalismo que tanto aprecian sus clientes. Además, la marca adoptará gradualmente un nuevo código de estilo para aprovechar todo el potencial de los nuevos materiales y tecnologías. El Grande Seconde Skelet-One fue un precursor de esta nueva dimensión que se acentuará en el futuro, aportando un toque fresco y atrevido a su insuperable experiencia relojera.
Jaquet Droz, más ágil, crea un vínculo directo entre los artesanos y el cliente. Las piezas exclusivas son la prueba de que cada cliente es único: la marca se acercará mucho más a cada uno de ellos, ofreciendo un servicio más individual y personalizado. Cada pieza irá acompañada de un extraordinario unboxing a medida, completado con una experiencia en sus talleres de La Chaux-de-Fonds. Jaquet Droz se está volviendo más ágil y pretende sacar partido del phygital.
La identidad de Jaquet Droz es clara, cada vez más fuerte y resiliente a medida que se adentra en ámbitos inesperados y nuevos. La marca, única desde 1738, conservará su espíritu disruptive y visionario.