Jaquet Droz durante el siglo XVIII
Durante una década aproximadamente, la empresa continuó su expansión. Vendía péndulos, autómatas, relojes y pájaros cantores en todo el mundo, y particularmente en China. Sin embargo, la salud precaria de Henry-Louis sufría a causa del clima hostil de La Chaux-de-Fonds y de la niebla de Londres.
Por tanto, en 1784 decidió instalarse en Ginebra, una ciudad con una actividad artística y literaria que le seducía. Poco tiempo después, fundó junto con Jean-Frédéric Leschot la primera auténtica Manufactura relojera de la ciudad – un año antes que Vacheron Constantin – y lanzó la producción de relojes dotados de grandes complicaciones. El talento y el interés que manifestaron Henry-Louis Jaquet Droz y Jean-Frédéric Leschot por el gobierno ginebrino fueron reconocidos y apreciados rápidamente. La ciudad de Ginebra les otorgó la “burguesía de honor” y les invitó a participar en sus actividades. Jaquet Droz ingresó a la Société des Arts, que acababa reconstituirse, y participó de manera activa en la evolución de la enseñanza técnica.
También contribuyó a la creación de una fábrica-escuela de cadraturas para relojes con repetición de minutos y desarrolló numerosos proyectos relacionados con la técnica relojera y la protección de los oficios que intervienen en la relojería. Pierre Jaquet Droz se instaló en la casa del relojero Dental, en la esquina de la rue Molard y la rue du Rhône, en el lugar en el que se encontraban en taller y la residencia de su hijo.