JAQUET DROZ CELEBRA SU 280.° ANIVERSARIO CON UNA PIEZA EXCEPCIONAL, EL AUTÓMATA CON REPETICIÓN DE MINUTOS «PARROT REPEATER POCKET WATCH»
Toda la familia aspira a concretizar un proyecto de vida común, animada por un mismo estímulo de plenitud y desarrollo. Es como en la época de Pierre Jaquet-Droz, quien primero aprendió el arte relojero con sus ancestros para trabajar con su suegro y después con su hijo, Henri-Louis, asociando juntos el ingenio mecánico y una visión vanguardista de la relojería.
Han pasado 280 años y en el taller de Jaquet Droz, que ha regresado al lugar de sus orígenes en La Chaux-de-Fonds, prevalece el mismo espíritu. Precisamente allí, en absoluto secreto desde hace casi tres años, todos los oficios de la Casa han colaborado para dar vida a una pieza excepcional que marcará la historia de Jaquet Droz en su 280.° aniversario: el Parrot Repeater Pocket Watch.
Esta pieza única, Numerus Clausus 1/1, destaca porque reúne todos los oficios que cuenta Jaquet Droz en un reloj de bolsillo: oficios relojeros y oficios artísticos. Hoy, el Parrot Repeater Pocket Watch retoma la larga tradición de los autómatas, que en su época representaba Pierre Jaquet-Droz, para llevarla hacia nuevos horizontes técnicos, creativos y artísticos.
Esta auténtica obra de arte presenta un cuadro animado naturalista, cuyo tema son las aves, un animal que Jaquet Droz aprecia particularmente por su poesía y por su canto, y que la Casa ha reproducido musicalmente varias veces en los célebres autómatas «Bird Repeater».
En el corazón de esta composición, una pareja de papagayos ara, una especie elegida por la belleza de su colorido, cuida a sus tres polluelos. Los cinco papagayos son animados: el de la izquierda mueve todo el cuerpo, el de la derecha mueve la cabeza. El primer polluelo sale del huevo y el segundo se lanza en un movimiento de vaivén. Esta unidad familiar, que es importante para Jaquet Droz y para su historia, se instala en una selva exuberante en la que surgen lianas, hibiscos, aves del paraíso y una cascada animada en la que un tigre se refresca. Otro tigre aparece pintado a las 6, en la ladera de la esfera en nácar que recorren dos manecillas en oro.
Todos los oficios artísticos de Jaquet Droz se han unido para dar vida a este cuadro. La exuberante vegetación despliega sus llamativos colores gracias a la pintura en miniatura. El grabado en miniatura, por su parte, aporta relieve y profundidad a cada motivo. El tronco, las aves y el nido son apliques en oro, pintados y aplicados a mano sobre la esfera. Un delicado engaste tradicional resplandece con una multitud de colores en el contorno de la caja en oro rosa.
La cual está protegida por dos tapas. En el fondo del reloj, se aprecia un papagayo ara pintado en esmalte Grand Feu con motivos en oro. En lugar de estar hecha con pigmentos tradicionales, la pintura utiliza auténticos esmaltes machacados a mano para lograr un polvo muy fino que se mezcla con aceite (y no con agua). Esta preparación inédita permite realizar una pintura en miniatura que se hornea según la técnica del esmalte Grand Feu. Después, el artista deposita los motivos en oro, que también son hechos a mano, y protege su obra aplicando un fundente (esmalte translúcido), la hornea nuevamente y la pule completamente a mano.
Por el lado de la esfera, la tapa ostenta lianas y hojas tropicales engastadas en esmalte Grand Feu que se estiran hacia arriba, desvelando la maravillosa creación animada que protegen. Las dos caras de esta composición podrán admirarse plenamente gracias al estuche, pintado a mano, diseñado especialmente para el Parrot Repeater Pocket Watch, en el que el reloj girará suspendido por la cadena en oro rosa.
Las dos tapas pueden abrirse individualmente mediante un sistema de doble secreto disimulado en el pendiente. Esta pieza, situada a las 12 para colgar el reloj de la cadena, contiene dos invenciones patentadas de Jaquet Droz: la primera concierne la manipulación necesaria para abrir cada tapa, la segunda concierne la corona, situada a las 12, que es una primicia en Jaquet Droz para este tipo de autómata.
El corazón que anima este reloj de bolsillo consta de 668 componentes, un calibre mecánico único en Alta Relojería, un autómata con repetición de minutos con timbres «catedral». El pestillo situado a las 9 en la caja acciona simultáneamente los autómatas y la sonería que indica las horas, los cuartos de hora y los minutos. De este modo, el Parrot Repeater Pocket Watch cobra vida, perpetuando el arte de maravillar que inventó Jaquet Droz hace exactamente 280 años.
“Some watches tell time, some tell a story”
Artículos más recientes
-
Una pieza única basada en el Rolling Stones Automaton. Un universo animado y colorido para el niño que todos llevamos dentro, fruto de una escenografía totalmente elaborada y ensamblada a mano.
-
Jaquet Droz les ofrece la posibilidad de diseñar su propio Tourbillon Skelet Sapphire con un gran número de componentes personalizables. Las combinaciones posibles superan el millón.
-
Por primera vez, el Dragon Automaton Sapphire - Lapis Lazuli presenta una esfera elaborada con una única superficie de lapislázuli, colocada dentro de una caja 100 % de zafiro de 45 mm de diámetro. Una exquisita labor de artesanía, una pieza única y audaz.
