Jaquet Droz presenta dos nuevas versiones de esta excepcional creación reconocida en el Gran Premio de Relojería de Ginebra.
Aparece en contadas ocasiones y la melodía que interpreta vale su peso oro. El Charming Bird de Jaquet Droz es una excepción en el panorama relojero. Se trata del primer reloj de pulsera, del único en realidad, en ostentar un pájaro que silba. Este autómata, reconocido desde su lanzamiento en 2015 en el Gran Premio de Relojería de Ginebra, encarna el ingenio de Pierre Jaquet-Droz. Hoy la Casa presenta dos nuevos modelos (en oro rosa y en oro blanco) con esmalte Grand Feu marfil, en ediciones Numerus Clausus de ocho piezas cada una.
El Charming Bird, una auténtica excepción mecánica fruto de varios años de desarrollo reconocidos con dos patentes, empieza un nuevo capítulo en la historia del arte de maravillar que Pierre Jaquet-Droz empezó a escribir hace 280 años. Esta pieza combina ingenio relojero y mecánico, y perpetúa la fascinación de sus célebres autómatas realzando la muñeca. El trabajo de miniaturización extrema fue la etapa que más trabajo de investigación exigió a Jaquet Droz.
El reloj está equipado con dos movimientos independientes; el primero es para la indicación de las horas y los minutos, situados a las 12 en una esfera en esmalte Grand Feu marfil, y el segundo es para la animación del autómata.
Este movimiento autómata puede funcionar durante 40 segundos antes de darle cuerda nuevamente. Un regulador magnético, el «Magnetic Speed Control», garantiza la fluidez de su animación y su canto. Esta tecnología evita el contacto entre las piezas, así como su fricción y su desgaste prematuros. También garantiza un funcionamiento más silencioso del regulador de energía, ofreciendo a la melodía del pájaro que silba un espacio sonoro completamente libre.
Por primera vez en la historia, la melodía se produce en un reloj de pulsera por la compresión del aire en tres tubos de cristal de zafiro; es liberada de forma intermitente a través de un silbato, produciendo una cantinela perfectamente fluida que anima al pájaro. El ave es una muestra del legado de Pierre Jaquet-Droz, quien, hace casi tres siglos, lo había elegido como figura para sus composiciones naturalistas en tabaqueras y jaulas.
El pájaro del Charming Bird se graba y se pinta en los Ateliers d’Art de Jaquet Droz. Esta obra maestra de miniaturización se despliega sobre el movimiento que lo anima, que ostenta grabados hechos a mano visibles a través del cristal de zafiro del reloj. Las dos nuevas versiones del Charming Bird, vestidas en oro blanco u oro rosa, llevan el arte de maravillar de Jaquet Droz hacia nuevos horizontes creativos.
“Some watches tell time, some tell a story”