la fascinación naturalista
Expresión de una feminidad extrema y refinada, sublimada por el prodigio de los autómatas y el virtuosismo de los Ateliers d’Art de Jaquet Droz. La marca de las dos estrellas rinde homenaje a las mujeres confiriendo al Lady 8 una animación autómata impresionante: una flor de loto que se despliega. La animación —un misterioso brote o la eclosión de un tesoro vegetal— es algo más que un espectáculo de belleza naturalista y poética. Una simple presión del botón pulsador hará que se abra la flor de loto, dejando al descubierto un briolette facetado que gira sobre sí mismo. El Lady 8 Flower constituye una proeza estética y mecánica en la que se pueden distinguir los excepcionales códigos de la Marca de las dos estrellas.
El Lady 8, primer reloj femenino creado por Jaquet Droz, ocupó un lugar único en el universo relojero desde su lanzamiento en 2013. Este reloj escultural, cuya forma evoca un 8, número emblemático de la Marca y símbolo de infinito, equilibrio e integridad, ostenta el autómata de una flor, que, conforme a la gran tradición de naturalismo y a las animaciones de Pierre Jaquet-Droz (1721-1790), seduce con su alma y su refinamiento. El Lady 8 Flower da continuidad a esta cautivadora historia con el virtuosismo mecánico y ornamental que ha caracterizado desde el Siglo de las Luces la identidad de Jaquet Droz, maestro del arte de fascinar.
El Lady 8 Flower es ante todo un verdadero espectáculo que deslumbra la mirada con sus dos esferas superpuestas y la delicadeza de sus curvas. Destaca por la extraordinaria belleza de su sencillez, como se aprecia en la redondez de sus formas y en la esfera inferior, ligeramente abombada. En los últimos modelos, la realización de la esfera en nácar constituye un verdadero desafío debido a la fragilidad de este material que multiplica los juegos de luz. La elaborada forma de las agujas y el efecto guilloché estilo “sol” de este modelo en oro blanco también constituyen una manifestación estética característica de Jaquet Droz.
La superación creativa se aprecia en la espectacular esfera superior. La flor de loto, símbolo de paz y refinamiento en Asia, donde algunas culturas la consideran sagrada, es una flor llena de vida que se abre y se cierra al compás de los días y las noches, fascinando desde siempre a poetas, pintores y botánicos. Con una presión en el pulsador situado a las 2, la flor se abre: los seis pétalos de oro se despliegan, dejando al descubierto su corazón de zafiro, de rubí o de diamante talla briolette que gira sobre sí mismo e ilumina el oro de los pétalos. Estos se cierran delicadamente con el fin de proteger con celo su secreto, legado del savoir-faire joyero característico de Jaquet Droz. Es un modelo fascinante, como lo fueron los primeros autómatas que Pierre Jaquet-Droz presentó en las cortes de la realeza europea en el siglo XVIII.
Esta obra es resultado de un extraordinario trabajo de miniaturización: dos movimientos diferentes —visibles a través del fondo del reloj— animan este guardatiempos, que desvela una masa oscilante que, revoloteando, evoca un motivo plisado de grafismo femenino y encantador. Dotado de una reserva de marcha de 38 horas, el Lady 8 Flower se presenta en cuatro versiones, en oro blanco y oro rojo, cada una de ellas en ediciones de 8 o 28 ejemplares. Ediciones limitadas que encarnan la exclusividad del verdadero lujo y la singular magia de una obra plenamente realizada.
Los Ateliers d’Art de Jaquet Droz presentan también otras dos versiones del Lady 8 Flower que lucen en sus esferas una delicada mariposa con las alas desplegadas: la decoración de la primera versión, más minuciosa, juega con los relieves del aplique y del fondo de la esfera guilloché. En las alas grabadas, esmaltadas y posteriormente pintadas a mano se juega con las profundidades del esmalte y de los detalles de la pintura en miniatura. El inconfundible savoir-faire de los Ateliers d’Art caracteriza la exclusividad de la Marca. Una mariposa engastada con zafiros azules, representada sobre un fondo de diamantes en engaste nieve, ilumina la segunda versión, de alma joyera.
En la aureola superior se desvela una flor de loto recubierta por una cúpula de cristal de zafiro. Un emblema de serenidad y poesía minuciosamente trabajado: cada pétalo se ha grabado, perfilado, pulido, satinado a mano y, en la versión en oro rojo, posteriormente pintado. La fusión de estos distintos oficios artesanos resulta en un elegante juego de luz. Una decoración extremadamente lujosa que eleva el Lady 8 Flower a la categoría de obra maestra de la mecánica y el arte.